Durante las últimas décadas, las
ciencias de la salud han experimentado un importante
proceso de cuantificación: además del
uso tradicional de información cualitativa, como puede
ser el aspecto de una herida, o el
estado general del enfermo, se ha aprovechado el desarrollo
de la tecnología para la determinación
de ciertas cantidades numéricas que pudieran tener
alguna relación con la salud del
paciente, como pueden ser la presión sanguínea, el nivel
de glucosa en suero. Si, salvo
anomalías, algunas de esas cantidades permanecen
invariantes de un individuo a
otro. La estadística posee
un conjunto de técnicas que nos
permiten profundizar en el estudio de la variabilidad que
pueda presentar un conjunto de datos de
esta naturaleza, y distinguir, por ejemplo, si el
valor de una cierta variable para un
individuo concreto se puede considerar normal o, por el
contrario, podría ser un indicio de la
presencia de una cierta enfermedad. Conscientes de ese
hecho, las revistas de investigación en
el campo biomédico exigen un tratamiento estadístico
riguroso de los datos. Algo análogo se
puede decir de la investigación en biología.
Otro campo de aplicación de la
estadística en las ciencias de la salud tiene que ver con
su dimensión social, pues las
autoridades sanitarias de un país necesitan tener una idea clara
de las características de la población
a la que se quiere aplicar una cierta política sanitaria
y, siendo usualmente imposible o muy
costoso estudiar a todos y cada uno de los individuos
de la población, se puede hacer uso de
la estadística para conseguir esa información a partir
de una muestra representativa de la
población.
Debido a ello, el método estadístico se
hace cada día más necesario para el profesional
de la salud, tanto en su dimensión
clínica, como en la administrativa o la investigadora.
La medición es vital
en análisis bioestadisticos,
el análisis científico implica identificar
los fenómenos en estudio para poder describir su evolución cualitativa,
y luego, la medición de esos fenómenos
proporcionando así las características de magnitud para su
conocimiento y previsión.
A manera de conclusión es importante
tener siempre presente la escala de medición que se este usando, pues
no todos los procedimientos estadísticos son apropiados para
cualquier análisis En general, las
variables estadísticas se clasifican en variables continuas o
cuantitativa y variables discretas o cualitativas, según el
nivel de escala en que estén medidas. las variables continuas se
refieren a magnitudes medidas en escalas de intervalos, mientras que las
variables discretas comprenden magnitudes medidas en escalas de nivel nominal y
ordinal.
*CUANDO PODEMOS MEDIR AQUELLO DE LO QUE HABLAMOS
Y EXPRESARLO EN CIFRAS, SABEMOS ALGO DE ELLO; CUANDO NO PODEMOS HACERLO,
NUESTRO SABER ES DEBIL E INSATISFACTORIO.*